El honorable y serio escritor-crítico-semiólogo, uno de los pilares de la casta intelectual italiana, aparece este jueves en los medios con un dedo metido en la nariz. Al contemplarla por primera vez no son pocos los que han pensado que se tratase de un fotomontaje, pero lo cierto es que se trata de una fotografía auténtica que en su tiempo fue publicada por la revista Vanity Fair. Ahora esta fotografía del dedo explorador ha sido publicada en el Osservatore Romano, el periódico de la Santa Sede, ilustrando un artículo que se titula "Un fracaso de lujo" en el que se relata con ironía las críticas no muy alentadoras que ha cosechado el gran escritor con su nuevo libro en Alemania. El cementerio de Praga, novela que será próximamente presentada en la feria del libro de Fracfort, ha sido de definido como "tan aburrido que resulta ilegible".
Este ataque del Vaticano hacia Eco tiene un antecedente. El estudioso concedió el pasado 19 de septiembre una entrevista al periódico alemán Berliner Zeitung en vísperas del viaje papal a dicho país, en la que dedicaba unas duras palabras al pontífice. "No creo que Benedicto XVI sea un gran filósofo ni un gran teólogo, aunque generalmente sea presentado como tal", comentaba Eco, "su formación filosófica es extremadamente débil", sentenciaba.
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