jueves, 29 de septiembre de 2011

"Si el cura toca a los negros no quiero que mi hijo reciba de sus manos la eucaristía"


El periódico italiano Il Gazzettino ha publicado este jueves las declaraciones de la alcaldesa de Santo Stefano di Cadore (localidad de la de Belluno en la región de Véneto), Alessandra Buzzo, quién recibió quejas de parte de una ciudadana del municipio que afirmaba que el párroco no debería haberle dado la comunión a su hijo tras haber estrechado la mano a un grupo de quince libios que habían acudido a la misa.
 
El pasado sábado 14 de mayo llegaron a este pueblo noventa prófugos procedentes de Libia, quince de ellos cristianos, los cuales se hospedaron en el gimnasio. Los voluntarios decidieron invitarles a participar en la misa del domingo. Al día siguiente, los quince hombres acudieron a la iglesia de Don Diego acompañados de la alcaldesa y de los mismos voluntarios. El párroco los presentó a la comunidad y les estrechó la mano en señal de bienvenida. 

Al día siguiente se personó una mujer en el Ayuntamiento, acompañada por un grupo de madres, exigiendo que el grupo de libios abandonara la localidad. Buzzo ha asegurado que las mujeres prohibieron a sus hijos acercarse al gimnasio donde estaban acomodados los libios para "evitar contraer enfermedades".

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